Hernán Sobarzo tiene 83 años –recién cumplidos como dice él- y vive con su esposa Sara, su perro y un gato quienes les hacen compañía los días de semana. Hernán reside hace muchos años en el sector de Los Silos en Itropulli.
Luego de haber entregado toda una vida al trabajo dirigencial y a la agricultura, hoy pasa sus últimos años en la tranquilidad de su hogar, viviendo con su jubilación que le alcanza con lo justo. Como una forma de ganarse unos pesitos adicionales, Hernán y esposa Sara hacen huerta criando gallinas y pollos, obteniendo huevos y carne lo que les complementa su dieta y aportan significativamente a su economía.
FUERON CAYENDO MUERTOS
Hace unos días notó que unas gallinas andaban medias “aturdidas”, por lo que le pidió a su señora que las sacrificara para hacer una cazuela. Una vez cometido el acto, ya desplumadas, se arrepintieron de cocinarlas ya que esperaría a sus hijos que vendrían el fin de semana a verlos. Tamaña fue su sorpresa al darse cuenta que varias gallinas y pollos fueron cayendo muertos ante su atónita mirada: “Por suerte que no nos comimos los pollos, sino también estaríamos muertos” señala Hernán.
Al buscar alguna razón de la muerte de más de la mitad de su producción, se percataron que el campo de al lado había aplicado pesticidas, lo que lo llevó a investigar –además- que a su vecino Vicente se le habían muerto 7 gallinas más un gallo.
“Se nos murieron cerca de 15 gallinas entre mi vecino y yo, además de varias palomas que también iban a comer grano a la huerta y algunas bandurrias que habitan el sector”, agregó: “los cercos no están en buenas condiciones, lo único que pedimos es que –como buenos vecinos- los dueños del fundo El Copihue nos avisen con anticipación para que guardemos nuestras aves algunos días antes de que apliquen el veneno”.
Hernán Sobarzo se encontraba muy molesto e impotente: “del SAG me derivaron a Carabineros y aún no llegan. No porque el dueño del fundo sea rico, tenga plata y nosotros seamos pobres, van a venir a hacer lo que quiera. Es una injusticia enorme” indicó.
PESTICIDAS EN LA ZONA
En estas fechas, es muy común la aplicación de agroquímicos ya que los fundos y los campesinos ven esta etapa el inicio de sus cultivos y para ello preparan la tierra, a veces no de la mejor manera.
Así lo indica el Ingeniero Agrónomo Jorge Vera quien señala la importancia del cuidado al aplicar estos productos químicos: “los plaguicidas se diferencian en diversos tipos; los que tienen una etiqueta roja, son extremadamente peligrosos y hay que tener varios resguardos, tanto en los implementos personales de quién los aplica, hasta con los vecinos de dónde se aplica. No debe haber ni animales y ni ropa tendida, ya que se produce la deriva de los productos aplicados y éstos pueden contaminar a los seres humanos”.
Las normativas al respecto, señalan que es necesario dar aviso a los vecinos que posiblemente puedan ser afectados por una aplicación de este tipo, así lo indica Paulo Alarcón, Ingeniero Ambiental: “Son 3 las vías de intoxicación; la de inhalación, digestión y por tacto. Se tiene que avisar a los vecinos para que puedan entrar su ropa y a sus aves de criadero. Se recomienda como una buena forma de convivencia es dando aviso a los vecinos del sector, al momento de aplicar estos agroquímicos”, indico.
Al cierre de esta nota, se pusieron los antecedentes a disposición de la BIDEMA (Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural) para que sean investigados.
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