Investigadores Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) realizaron un estudio sobre la gobernanza antártica y cómo ella entraría en tensión con el aumento del cambio global.
Los investigadores del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), Dra. Laura Nahuelhual y Dr. Gustavo Blanco, junto a la tesista Katerina Gladkova, publicaron recientemente en la revista académica Polar Research, un estudio titulado “Facing the climate change conundrum at the South Pole: actors’ perspectives on the implications of global warming for Chilean Antarctic governance”.
Para analizar las implicaciones del cambio climático en el marco actual de la gobernanza de la Antártica, la publicación consideró el resultado del análisis de entrevistas a científicos, políticos y miembros de organizaciones no gubernamentales. En ella, también fueron incluidas observaciones y revisión de documentos.
Los investigadores del Centro IDEAL, plantean que el cambio climático es lo suficientemente disruptivo como para lograr alterar los valores del Tratado Antártico, los que considera la paz, la investigación científica y la protección ambiental como principales marcos que gobiernan el continente blanco.
El objetivo del estudio fue proporcionar una mirada a la complejidad de la Antártica en relación a las distintas agendas que se entrelazan en el continente, también considerando el contexto de los bienes comunes globales.
“Básicamente las presiones geopolíticas que existen sobre la Antártica apuntan a revisar las condiciones para ejercer soberanía, lo que abre peligrosamente la discusión sobre potenciales prospecciones mineras y energéticas, que actualmente el Tratado Antártico prohíbe. También es observable un aumento de la carga de actividad humana, tanto por la actividad científica propiamente tal, como por el incremento del turismo antártico”, señala el Dr. Blanco.
“La imposibilidad de armonizar dos sistemas de gobernanza de comunes globales de importancia como lo son el clima y el continente antártico, nos lleva a pensar que el Tratado, siendo muy importante para la protección y uso pacífico de su territorio, puede convertirse en una carrera, al alero de la ciencia, para reafirmar estas posiciones geopolíticas de influencia y demandas de soberanía en un escenario mundial donde ciertos recursos se vuelven escasos o adquieren nuevo valor”, explica el investigador.
Otro aspecto de la investigación plantea que el cambio climático se observa como una oportunidad, pero los actores que fueron parte del análisis principalmente se ven incentivados por motivos individuales. Según los resultados del estudio, en muchos casos “la cooperación fue vista únicamente como un camino para llevar a cabo la investigación de manera más eficiente”.
Además de la mirada de oportunidad, existe una segunda dimensión, según la investigación, que presenta al cambio climático como una carga. De acuerdo a los análisis, los distintos actores -como los científicos y las ONGs-, perciben que el clima puede cambiar la agenda de gobernanza en términos de una carga. La ambición de expandir las actividades científicas provoca el dilema de que la investigación en sí misma pueda contribuir a la degradación del medio ambiente.
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