Riñinahue y Curriñe: Dos localidades de Los Ríos donde ganó el Rechazo

Tal como en Lo Barnechea y Vitacura, en las zonas cordilleranas de Futrono y Lago Ranco también se impuso el Rechazo. ¿Comunidad conservadora, convicciones religiosas, aislamiento o miedo?

Temor a los cambios, conservadurismo político y/o religioso, aislamiento y acceso a la información son algunas de las presunciones que intentan explicar las razones por las que, en dos localidades rurales de la Región de Los Ríos, pese al arrollador triunfo del Apruebo en el reciente plebiscito a nivel país, ganó la opción Rechazo.

Se trata de Riñinahue y Curriñe, poblados rurales de las comunas de Lago Ranco y Futrono donde, tal como en Vitacura y Lo Barnechea, la mayoría de los votantes que acudieron este domingo a las urnas manifestaron su rechazo a la posibilidad de que se redacte una nueva constitución. 

No sería anormal ni digno de análisis si las diferencias entre ambos sectores con las comunas de la Región Metropolitana fueran tan abismantes, o si la preferencias de Riñinahue y Curriñe no fueran tan dispares de lo que gritó el país y sus propias comunas en el plebiscito. 

Tanto Riñinahue como Curriñe son localidades rurales y apartadas de los centros urbanos, ambos territorios lacustres de una belleza innegable, donde el grueso de la la población se dedica a labores propias del campo como la agricultura y crianza de animales, así como a trabajos ligados a la construcción y cuidado de fundos.  

RIÑINAHUE RECHAZÓ CON UN 54%

En ambas comunidades hubo poca participación ciudadana en el proceso, en Riñinahue por ejemplo, donde el Rechazo se impuso con un 54,20% de los votos, la participación apenas alcanzó el 34% del padrón electoral con 698 votos totales. 

Para el concejal de Renovación Nacional, Armin Renner, la explicación podría estar orientada al conservadurismo de la comuna en general y a la incertidumbre que siembra la creación de una nueva carta magna.

“Acá no hubo campañas por el tema de la pandemia y es interesante el fenómeno, yo creo que la comuna de Lago Ranco siempre ha sido una comuna de derecha, por eso yo lo atribuyo a eso, a que es un sector conservador”, dijo.

También manifestó que pese a ser partidario del Rechazo, confía en que este 70% va a apaciguar los ánimos y “bienvenido sea, yo lo veo con optimismo”, puntualizó.

CURRIÑE RECHAZÓ CON UN 60%

En Curriñe, en tanto, la opción Rechazo fue más evidente y llegó al 60,93% con un total de 156 votos escrutados, correspondientes al 43,33% del padrón electoral. Otro dato curioso de una de las localidades más apartadas de Futrono, es que ante la pregunta de qué órgano debe redactar la nueva constitución, 4 votos fueron nulos y 21 en blanco.

Javier Garcés, director de Radio JMCurriñe e hijo de un conocido pastor evangélico del sector habló con Diario Futrono respecto a las razones que podrían explicar por qué ganó el Rechazo en su comunidad.

Garcés planteó que, como iglesia, y asesorados por un abogado ligado a la iglesia evangélica, y el alcalde de la comuna, Claudio Lavado, realizaron una extensa campaña informativa respecto a los beneficios y desventajas de un cambio en la constitución, aunque llamando a votar a consciencia.

El locutor radial indicó que, sin hacer un llamado abierto a rechazar,  expusieron lo que, a su juicio, son los riesgos de aprobar un cambio, que podría permitir la aprobación de leyes que son contrarias a la moral y al concepto que tienen de familia. 

También explicó que no se niegan a la posibilidad de un cambio, pero tenían y mantienen cierto temor del proceso constituyente que ya es una realidad, pues, como dijo: "nos interesa que se resguarden los derechos de la familia como lo ordena la biblia”.

TAREA PENDIENTE

Más allá de los temores de cierta facción evangélica o de sectores tradicionales o conservadores, en Chile se impuso por una amplia mayoría el deseo de un proceso constituyente que incluya a todos los chilenos y, para que eso ocurra, es necesario también llegar con información oportuna a todos los rincones del país.

Se evidencia que la tarea pendiente es precisamente esa; incluir, educar y escuchar a todos los sectores, incluso a los que viven en zonas tan apartadas como Curriñe y Riñinahue.