Con la emoción a flor de piel por parte de familiares y amigos, tras ver las muestras de cariño de la gente, así fue el funeral de Augusto Olave tras el paso de su féretro por las calles de la ciudad.
Especialmente emotivo fue el paso de la caravana por calle Janequeo donde funciona la Radio Austral donde se hizo un minuto de silencio y se apagaron los micrófonos de la emisora durante ese espacio de tiempo.
El paso de la caravana fue saludado con emoción por personas que se acercaron a avenida Picarte con pañuelos, globos blancos y a la altura del cementerio, cerca de la Pérgola de las Flores las floristas recibieron con pétalos de rosas el féretro del querido hombre de las comunicaciones de Valdivia.
Al interior del Parque Los Laureles sólo pudieron acceder sus más cercanos, por los protocolos, pero hubo varias personas que siguieron el funeral desde las rejas del cementerio. Emocionante.
DIRIGENTE
Uno de los hombres que conoció de cerca a Augusto Olave y se formó en los micrófonos de Radio Austral fue Juan Yilorm, destacado periodista y actual presidente del colegio regional de este gremio.
Yilorm recordó que tenía 18 años y recién incursionaba en los medios de comunicación cuando conoció a un niño de 10 años que se paseaba por la radio Camilo Henríquez: era Augusto Olave. “En 1972 se crea la Radio Austral y después en adelante él lleva la emisora en plenitud como la voz inconfundible de esa radio. Cuando regresé a Valdivia me lo encontré ya como un gran señor de la radio, multifacético, incursionando en el relato deportivo, su noticiero era el más escuchado en las mañanas. Estaba conectado con la ciudad”, expresó.
El presidente del Colegio de Periodistas de Los Ríos indicó que estuvo en la despedida en la radio y vio a muchas personas, en especial adultos mayores y de los sectores populares. “Ahí estaba el público objetivo de Augusto Olave, a ellos se dirigía y esa generación es muy fiel. Me impactó poderosamente la señora Benilda Herrera, ex seleccionada de básquetbol de Vañdivia, llegara apoyada en un “burrito” a despedir a su amigo y compañero de todos los días. Ese era el gran capital que Augusto tenía. Yo no sé si él supo dimensionarlo en vida de ver cuánto cariño le tenía la gente. Fue emotivo. Es una pérdida para ese pueblo que lo escuchaba, fieles del estilo de la radio AM”.
Yilorm cree que Olave dejará una huella que otros podrán seguir con “un lenguaje directo, frontal, que no se guardaba lo que sentía. Lo siento como una gran pérdida para el gremio”.
UN AMIGO
Un amigo íntimo de Augusto Olave fue el periodista y psicólogo Rodrigo Alcarraz y que vivió la caravana de despedida a “la voz de Valdivia”. “La familia y los más cercanos quisimos acercar a Augusto a la gente, a la población, ya que lqs medidas restrictivas impidieron el cariño y encuentro con la gente. Yo hice la transmisión en vivo, vino el presidente nacional de la ARCHI, y vivimos momentos de profunda emoción y ver una ciudad desbordada por el cariño y reconocimiento me emocionó profundamente. Nos cuesta mucho aceptar que ya no está”, indicó.
Alcarraz, quien en la década de los noventa se inició como locutor en la radio, hace poco reemplazó a Olave en la locución. “En un mundo donde se dice que ya no se mueve por la emoción sino que por la rabia Augusto Olave movió a una ciudad a través del amor, el llanto. Vi a gente llorar, agitando pañuelos blancos, lanzando pétalos, se vivió un momento especial. Emoción y amor su existe cuando alguien lo despierta”, reflexionó el psicólogo y periodista.
Augusto Olave deja no sólo a su esposa Edurne y a sus hijos Andrea, Carolina y Andrés, sino que a sus auditores que día a día escuchaban su voz profunda, dando a conocer las noticias y, sobre todo, dando a conocer su parecer guste o no guste, valiente y sin pelos en la lengua.
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