“Me sorprendió que muchas las personas que vi en Kiev, la capital de Ucrania, siguen haciendo sus vidas con normalidad, a pesar de que la guerra está en las fronteras”.
Así comentó el periodista Juan Vallejos Croquevielle sus primeras impresiones del país de Europa Oriental a Grupo Diario Sur.
El coyhaiquino fue el único periodista chileno presente en Kiev esta semana a cumplirse un año del inicio del conflicto armado con la Rusia de Putin; una guerra que en las zonas fronterizas y en otras ciudades cercanas a la capital ha generado estragos.
Con temperaturas que podían llegar por debajo de los -2 grados Celsius y con las constantes amenazas de bombardeos, este patagón reporteó estas jornadas para medios nacionales y regionales.
“La verdad que estaba preparado para ver cosas brutales. Las vi, por supuesto que hay cosas que son terribles, pero las mayores consecuencias están en la zona del Donbás. Ucrania tiene recuerdos del intento de toma por parte de los rusos hace un año, se ven edificios y casas seriamente dañadas”, cuenta.
Agrega que es habitual encontrarse edificios destruidos, con cicatrices de guerra en una ciudad que es hermosa, pero muy fría.
“Esta ciudad está potentemente militarizada. Se ven tanques, alambres de púas, muchos militares armados en las calles. Uno no está acostumbrado a eso, es fuerte. Llama la atención que la sociedad civil convive con eso y lo tiene normalizado. En la plaza principal de la ciudad hay tanques y vehículos blindados rusos destruidos por las fuerzas ucranianas como una muestra de que la guerra continúa”, relata.
Si bien el conflicto se desarrolla en ciudades fronterizas, Kiev está permanentemente amenazada por bombardeos. “A mí me tocaron cuatro alarmas. Hay zonas donde evacuar que son el metro y pasos bajo nivel. Allí hay mucha vida y comercio, son lugares habituales donde se congrega la gente. Esos lugares reúnen a las personas cuando se refugian. Cuando llegué al hotel me informaron el protocolo de evacuación y me recomendaron que en esos casos vaya al paso bajo nivel”.
“Lo curioso es que cuando hubo la primera alarma y fui para allá yo era el único en el lugar. El resto de las personas siguió haciendo su vida normal. Hay muchas cosas que ya se lo toman con humor. Yo no vi bombardeos, pero sí los hubo en la ciudad”.
Consultado sobre los daños en zonas residenciales comentó que hay ciudades cercanas donde se ven casos gravísimos. “Fui a Bucha, una ciudad dormitorio cercana, a unos 40 minutos de la capital. Esa localidad fue arrasada. Era impresionante ver cómo los ucranianos se han dedicado a reconstruir las casas y edificios. Hay lugares que se ven perforados por un misil y se ve gente viviendo allí”, dice.
-¿Te comentaron si hay esperanzas de que esta guerra termine?
“Nadie me pudo asegurar cuándo podría terminar esta guerra, pero todos los ucranianos están convencidos de que van a salir victoriosos. Lo dicen con cierta tonalidad épica. Eso sí, reconocen y agradecen el apoyo de occidente. Muchos me hablaron del apoyo de la civilización occidental”.
-¿Cómo es eso?
“Ellos hablan de la Unión Europea y Estados Unidos como civilización occidental. Me llamó mucho la atención. Muchos jóvenes desean que el país se desarrolle teniendo como ejemplo a Europa y miran hacia allá. Miran a los países Lituania, Letonia y Estonia como ejemplos. Reconocen que tienen un problema con la corrupción y que eso frena el acceso a la Otan y la Unión Europea.
Tras dejar atrás Ucrania, Juan Vallejos se encuentra en Polonia desde donde emprenderá vuelo a Madrid. Allí continuará con sus estudios de especialización en análisis políticos.
“Me enfocaré en eso los próximos meses, pero seguiré organizando viajes informativos a lugares que sean de interés. Finlandia podría ser un próximo destino para conocer su exitoso sistema educacional y que en Chile se pretende replicar”, comenta.
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