La tarde de este 18 de febrero, el armero de la Escuela de Formación de Carabineros, Nicolás Navarro, decidió disfrutar su último día de vacaciones con su esposa e hija en la playa de Coique. Sin embargo, lo que para ellos fue un paseo de verano, significó para un bañista del lago Ranco, otra oportunidad de vivir.
Navarro, estaba a unos tres metros de la orilla de la playa con su familia, cuando se percató de que un hombre de aproximadamente 60 años de edad, que venía saliendo del agua, puso una cara de dolor y luego comenzó a bracear lentamente hacía la orilla. Preocupado, el oficial de Carabineros permaneció mirando al sujeto, hasta que este no volvió a salir del agua.
“Pensé que su cara de dolor se debía a algún tropiezo o golpe con alguna roca, pero me quedé mirando, sólo por precaución. Fue entonces cuando su braceo se detuvo y no volvió a salir del agua. Pensé en esperar unos segundos, pero luego sentí que había pasado mucho tiempo y que una persona normal no podría aguantar tanto bajo el agua. Así que corrí hacía él”, relata Nicolás Navarro.
Al ingresar al lago y sacar a la víctima del agua, Nicolás se percató de que estaba completamente inconsciente y asfixiado, por lo que comenzó a arrastrarlo a la orilla, donde le tomó sus signos vitales y comenzó el proceso de reanimación.
Para la suerte del bañista, la pareja de Nicolás, Fernanda Oporto, era enfermera en el Cesfam Tomas Rojas Vergara de Los Lagos y al ver lo que estaba ocurriendo, se apresuró a practicar Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en la persona, logrando reanimarla de manera exitosa. Salvandole la vida.
La profesional relevó los ejercicios de reanimación a un bombero que se encontraba en el lugar, mientras los salvavidas llamaron a una ambulancia, quienes entablillaron e inmovilizaron al sujeto para trasladarlo.
“Todo ocurrió muy rápido. Nos encontrábamos a unos siete metros del hombre en el agua y desde que corrí a rescatarlo y Fernanda le hiciera RCP, no pasaron más de dos minutos. Mi señora me dijo que por el estado en que se encontraba la persona y el tiempo estimado que pasó bajo el agua, si permanecía por diez segundo más así, la situación pudo haber sido fatal”, aclara el armero de Carabineros.
Una vez reanimada la víctima, Nicolás y Fernanda se sintieron aliviados y dejaron a las autoridades de emergencia realizar las labores necesarias para su atención.
Nicolás fue la única persona que se apresuró de manera inmediata al rescate de la persona, puesto que nadie más se percató del incidente.“Sentí que fuimos herramientas del destino. Yo creo que no era el destino de esa persona irse en ese momento. No era su hora”, cierra Navarro.
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