Con éxito culminó una de las fases más complejas de las obras que realiza Aguas Décima a un costado de la Nueva Circunvalación, en la ruta que une a Valdivia y Antilhue, consistente en la intervención de una de las principales alimentadoras de la ciudad.
Los trabajos -con una inversión de 400 millones de pesos- consistieron en el desplazamiento y conexión de la alimentadora Inés de Suarez, cuya función es transportar agua desde los estanques de regulación ubicados en sector del mismo nombre hacia el sistema de distribución que abastece a los clientes.
Estas tuberías son esenciales para garantizar que el agua potable llegue de manera eficiente y segura a los hogares.
Previo a la faena de conexión, hubo una exhaustiva planificación que incluyó el uso de simulaciones mediante softwares y verificaciones previas en terreno, para asegurar la continuidad y calidad del servicio a los clientes.
Actualmente continúan en el lugar los trabajos en las obras complementarias. Se espera el cierre del proyecto para fines de octubre.
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