Educación

El curioso y olvidado homenaje que brindó Valdivia a un héroe de Iquique, a pocas horas del terremoto

Por Osvaldo Soto / 21 de mayo de 2020
[EN EL CEMENTERIO DE VALDIVIA] El sábado 21 de mayo de 1960, se efectuó en el cementerio de Valdivia un singular homenaje en la sepultura de la viuda del teniente Ignacio Serrano. Entérate de los detalles. Artículo escrito por el periodista Abel Manríquez.
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Fue a las 9:30 horas, en el antiguo Cementerio General de la ciudad; que se ubicaba aproximadamente en la actual zona de: sector poniente del Coliseo Municipal, cercanía donde hoy existe un gran supermercado y por donde pasa la calle Condell, lado de la Plaza Simón Bolívar. 

Rememorado hoy, fue un acto premonitorio,  único. Pues en torno al mayor suceso histórico de nuestra Armada, el centro del homenaje estuvo dedicado a…¡ una mujer !, algo muy poco frecuente en esa época. 

Como se había anunciado en días anteriores, dentro de los actos conmemorativos de las Glorias Navales de Chile y del Combate Naval de Iquique, se efectuó un homenaje en la sepultura de la viuda del teniente Ignacio Serrano, la señora Emilia Goycolea. Consistió en un “tributo de admiración y recordación junto a semiolvidada tumba”. Una demostración de…civismo. 

Presididos por el Intendente de la Provincia, don Víctor Kunstmann Hube, estuvieron presentes otras autoridades –más delegaciones de colegios- algunas de las cuales la prensa menciona solamente como cargo sin nombre de la persona que lo ejercía. Es así que se registra la concurrencia del Gobernador Marítimo, a secas. 

RECORDACIÓN

Las palabras de “homenaje y recordación” fueron un aporte de la profesora de historia y geografía del Instituto Comercial, Inés Strassburger San Martín. 

Traigamos a la memoria algunos fragmentos de esa intervención. 

“Hombres y mujeres, juntos, han forjado los destinos de la República; ellos en las lides, en el manejo de la cosa pública, algunas de ellas compartiendo ese duro batallar, las otras como la compañera resignada en duras jornadas de espera, de intranquilidades de incertidumbre que produce la ausencia del esposo, del hijo, del hermano; ahí está ella como un baluarte de lealtad y sacrificio alentando a sus seres queridos en las horas más difíciles; ahí está el símbolo del amor, de la pureza, de la dulzura, que con su espíritu de abnegación impulsa al hombre a luchar en la prosecución de sus más caros ideales. 

“Por eso esta mañana nos hemos congregado junto a la semi olvidada tumba de la compañera de uno de los héroes de la Epopeya de Iquique, la respetada señora doña Emilia Goycolea viuda de don Ignacio Serrano”.

Enseguida, la maestra Inés Strassburger, mencionó rasgos biográficos de la ilustre recordada. 

ESPOSA Y VIUDA

Emilia Goycolea había nacido en 1854 en la Isla Gran de Chiloé, junto al mar. Allí se casó con el entonces teniente 2° de marina, Ignacio Serrano, que se desempeñaba como tal en Ancud. Más tarde, por el desarrollo de la carrera de su esposo, se establecieron en Tomé. Desde allí, Serrano partió a la guerra en 1879. Como viuda de este héroe del Combate Naval de Iquique, doña Emilia se estableció en Santiago, viajando con alguna frecuencia a Valdivia para visitar a familiares y amigos que estimaba profundamente.

Ella siempre vivió retirada del prestigio solemne y admirable que le originó la muerte de su esposo mártir de la Patria. “Llevó con sobria dignidad el fatal sino que le señalara la vida”, hasta que el 10 de junio de 1923, Valdivia, “con sus ríos que van silentes con sus mensajes al mar, la recogió en su regazo eterno, constituyendo su deceso un duelo general en la población, así nos han hecho saber antiguos valdivianos que estuvieron presentes en tan dolorosa oportunidad”. 

“Hoy llegamos al viejo cementerio con un bagaje de recuerdos hacia los esposos Serrano Goycolega, venerémosle entregando una simple ofrenda floral como muestra de gratitud y recuerdo”.
 

Extracto de El Correo de Valdivia publicado el día del terremoto (1960)

Enseguida y , en efecto, en la ceremonia se depositaron ofrendas florales por parte de la Intendencia, el Ejército, la Gobernación Marítima y colegios concurrentes. Autoridades, público y estudiantes se retiraron emocionados. 

Al día siguiente, 22 de mayo, ocurrió el terremoto con una devastación de la ciudad y efectos inmensos en la vida de las personas y la recordación de la señora Emilia Goycolea, viuda del heroico teniente Ignacio Serrano, quedó opacada por la fuerza telúrica de las circunstancias. 

La maestra de la alocución de homenaje, Inés Strassburger San Martín, sigue residiendo en Valdivia y conserva en su memoria las palabras solemnes que expresó en ese acto por el Día de las Glorias Navales ese 21 de mayo de 1960.

Abel Manríquez Machuca
Investigador Histórico
21 de mayo de 2020

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