Enrique San Juan miró de nuevo la libreta donde tenía escrita la noticia, la repasó meticulosamente y empezó a comunicarla, despachando en perfecto inglés para la BBC de Londres, a través de un teléfono.
Ese fue el primer informe periodístico en inglés entregado desde Valdivia por un periodista chileno acerca del terremoto y maremoto del 22 de mayo de 1960.
San Juan, de porte distinguido, galante, de hablar pausado, vestido de terno y corbata e impecable camisa blanca; sacó un cigarro, lo puso en una boquilla de goma, le dio las primeras pitadas y soltó el humo tranquilamente. Sabía hablar inglés y alemán perfectamente y para no perder tiempo tomaba notas usando la taquigrafía, técnica que emplea trazos cortos, símbolos o palabras abreviadas.
—¡Very good, San Juan, very good.— Le dijo un capitán estadounidense tras escuchar su despacho para la BBC. El oficial era parte de la dotación sanitaria del Ejército de Estados Unidos que el presidente Dwight Eisenhower había prometido como ayuda a los damnificados del gran terremoto del sur del mundo y que ocupó carpas cerca del destruido Hospital Regional de Valdivia.
El periodista San Juan dio otra pitada a su cigarro, alzó los ojos para ver las carpas militares que aguantaban la llegada del lluvioso invierno valdiviano y preguntó en perfecto inglés al oficial:
—Capitán, ¿usted cree que estas carpas de campaña aguanten el invierno?
—Por supuesto, San Juan. Estas carpas aguantaron los peores temporales que vivimos en la Guerra de Corea hace 10 años— le respondió ufano el oficial.
San Juan no le dijo nada, pero lo miró algo incrédulo. Dio las gracias al oficial “gringo”, se puso su impermeable y su sombrero y salió tratando de sortear el barro. Ya afuera miró el edificio del hospital y aún no daba crédito a que el imponente edificio de la salud, orgullo de Valdivia, estuviese cerrado por emergencia.
En los meses posteriores Enrique San Juan siguió visitando el campamento médico en busca de noticias. En uno de esos días se enteró del propio capitán “gringo” que la noche anterior se habían volado varias carpas con un temporal de viento y lluvia de esos al estilo valdiviano.
—Ahí quedaron tus famosas carpas de la Guerra de Corea— pensó para sus adentros, mientras le esbozó una amistosa sonrisa a su interlocutor.
Enrique San Juan von Stillfried, de raíces españolas y alemanas. Nació en Concepción en 1924, pero desde muy niño su familia se trasladó a Valdivia y vivió en un caserón alemán de sus abuelos en calle General Lagos, casa que actualmente acoge al Centro de Educación Continua de la Universidad Austral de Chile.
Según una entrevista que concedió hace unos años al periodista José Luis Gómez en la publicación “Gente de Los Ríos”, San Juan recuerda sus años de infancia jugando en calle General Lagos y nadando o remando en el río o jugando al básquetbol o palitroque en el Club Español donde su padre, natural de San Sebastián, era socio.
También era un asiduo visitante del cine Cervantes donde veía en la pantalla grande a las actrices y actores de moda de aquellos años. En esas películas, el cine estadounidense resaltaba la figura del periodista como héroe y así tal vez fue surgiendo en su espíritu la idea de trabajar en un medio y ser un aporte a la sociedad donde vivía.
Su madre era Margoth von Stillfried y aunque a él no le gustaba hablar mucho del tema, su familia materna tenía raíces nobles del antiguo imperio de Prusia, pues su abuelo tenía el título nobiliario de barón y su madre heredó el de baronesa.
Enrique San Juan hizo sus primeras armas como periodista a los 23 años en el recordado diario El Correo de Valdivia.
Hasta ese momento había intentado seguir los pasos de su padre en el rubro del comercio, pero no tuvo éxito, pero el periodismo fue otra cosa. De inmediato destacó por su pluma y su visión de la noticia y no le costó hacerse notar con su trabajo.
Como periodista de El Correo de Valdivia le correspondió cubrir frentes como el de Vialidad, Gobernación Provincial o Gobernación Marítima y después iba a la sala de redacción a darle vida a las noticias, tecleando en las viejas máquinas Underwood. A fines de los años cincuenta deja su casa periodística que lo inició en este oficio.
En 1960 era corresponsal de El Mercurio y de la United Press International (UPI) cuando le tocó cubrir los pormenores del terremoto de Valdivia.
También incursionó en otros medios valdivianos como Radio Sur, Camilo Henríquez, Torreones y Pilmaiquén.
Según contó en la entrevista del periodista José Luis Gómez, San Juan fue uno de los fundadores del Colegio de Periodistas de Chile y el que trajo la inquietud a la Ciudad de los Ríos fue Orosmel Valenzuela, docente de la Universidad Católica y periodista de otros medios.
A él se sumó el periodista Adolfo Pineda Armstrong y ambos le dieron impulso a la idea del Colegio de Periodistas de Valdivia.
Tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, San Juan estuvo en la lista negra del gobierno militar, al igual que varios otros de sus colegas por ser militante del Partido Socialista.
Fue uno de los motivadores de la creación de la Escuela de Periodismo de la Universidad Austral de Chile, la que abrió sus puertas en marzo de 1989.
También un activo motivador de la lucha por 30 años que dio la Provincia de Valdivia para ser la Región de Los Ríos. El 2 octubre de 2007 salió a las calles como un ciudadano más a celebrar el hito por el que luchó desde su trinchera de periodista.
Dos periodistas valdivianos de tomo y lomo como Víctor Pineda y Juan Yilorm recordaron con cariño a San Juan y destacaron su generosidad y capacidad de enseñar a sus colegas.
“Era un hombre fino, cultísimo, elegante, autodidacta. Me contó que aprendió inglés porque tenía unos tíos que eran concesionarios del cine y viendo películas aprendió a hablar el idioma. Era un tipo muy entretenido, un gran conversador, lleno de anécdotas como cuando llegó a África. Era el hombre más simpático del mundo, le tenía un gran cariño”, dijo Pineda.
“Compartimos militancia en el Partido Socialista y posteriormente me lo encontré en la Radio Pilmaiquén. Era jovial, culto, sabía mucho de la historia universal y de Valdivia. Era ameno para compartir sus saberes. Era un educador sin querer serlo, sin vanagloriarse de nada y sus relatos hacían ver que se codeaba con gente muy valiosa”, expresó Yilorm.
Actualmente el Colegio de Periodistas de Los Ríos entrega el premio que lleva su nombre, distinción creada el 11 de julio de 2008, durante la gobernación de Cristian Cayuqueo a periodistas destacados de la región.
Enrique San Juan logró encerrar todas las cualidades del periodista entregado a su labor y apuntando al servicio y bien común. San Juan se retiró del periodismo a los 80 años, en 2004, como parte del equipo de comunicaciones de la ex gobernadora Marta Meza. Falleció el 15 de marzo de 2012 y alcanzó a ver a la Provincia de Valdivia convertida en la Región de Los Ríos tal como lo anhelaba.
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