Escasez hídrica y los riesgos de no mirar el escenario completo

Columna de opinión diputado Berger (RN):

Establecer medidas de fondo para combatir los problemas de la sequía es más que una urgencia estacional: es un problema de seguridad alimentaria y supervivencia agrícola que requiere una política agresiva de Estado que, hasta hoy, ha faltado.              

A diciembre pasado, la Dirección Meteorológica de Chile reportaba que Los Ríos tenía un 33% de menos de precipitaciones. Con este dato en la mano, junto a agricultores de la región hemos coincidido que a la actual administración le ha faltado resolución a la hora de jugársela por soluciones concretas, serias y permanentes. Formas de acopio, subsidios a la producción, incentivos a la transferencia tecnológica… más soluciones de fondo y paliativas hay, pero sin voluntad política para implementarlas, quedan solo en eso, ideas.

Tampoco se trata que haya que descubrir la pólvora: basta con mirar realidades como Israel donde el agua escasea y la poca lluvia es aprovechada a través de micro embalses para el regadío. Una solución similar avanzó el gobierno anterior bajo el ministro de Agricultura Luis Mayol. Desgraciadamente, en marzo de 2014 a esa idea le pasó la retroexcavadora encima y ahí quedó guardada en algún cajón ministerial.

El problema mayor con la sequía es que ésta podría transformarse fácilmente en una crisis de seguridad alimentaria si no se le pone atajo a través de un paquete serio de acciones. Es urgente visualizar el escenario completo de la sequía sumada a la merma de la producción, castigada de antemano por las diferencias impositivas, los desequilibrios arancelarios –los fijos basados en los acuerdos de intercambio internacional, pero también los cíclicos derivados de las variaciones abruptas de la divisa-,  la casi ausencia de incentivos a la producción en las áreas sensibles, y el fenómeno migratorio campo-ciudad que está lejos, pero muy lejos, de detenerse, y menos de revertirse.

Se lo comentaba a un ministro hace algunos días: Está bien que haya medidas paliativas cómo trasladar agua en aljibes, pero que no resuelven el tema de fondo, que es cómo compensamos escasez hídrica en una zona del país y en una región particularmente en que llueve gran parte del año y el agua natural abunda. Un desperdicio del recurso, a mi juicio, injustificable a estas alturas.