Que la central Osorno en el río Pilmaiquén, de la comuna de Río Bueno, cumpla con los estándares internacionales en materia ambiental, social y de derechos de los pueblos originarios. Ese fue el planteamiento efectuado a la embajadora de Noruega en Chile Beate Stirø por el senador Alfonso De Urresti y representantes comunidades opositoras al proyecto de la empresa noruega Statkraft.
"Esta central está lejos de cumplir con los convenios internacionales, y en materia indígena las comunidades quieren ser oídas y respetadas. Lo que se espera de una empresa de un país serio, que respeta a sus aborígenes, es que acá haga lo mismo con las mismas exigencias, que el proceso de consentimiento cumpla con los estándares del derecho internacional en esta materia", enfatizó el senador Alfonso De Urresti.
La central Pilmaiquén obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental el 30 de junio de 2009, a través de la Resolución Exenta N°3744, y desde esa fecha ha sido cuestionada dado que su construcción implicará inundar el sitio de significación cultural Kintuante, que es defendido por las comunidades debido a la importancia que posee en la cosmovisión mapuche.
A la reunión, efectuada esta mañana en Santiago, asistieron Amanda Huichalaf, en representación de la machi Millaray Huichalaf, además de los werkenes Rubén Cañío y Alberto Gallegos, como parte de las comunidades opositoras al proyecto, del sector El Roble-Carimallín.
Tras el encuentro - gestionado por el senador De Urresti- Alberto Gallegos manifestó que "esperamos directamente que el estado noruego y la embajada le llame la atención a esta empresa, que desistan del proyecto y que comprendan que no nos vamos a vender, que el progreso no es el dinero, sino mantener la espiritualidad que hay en ese lugar. No vamos a negociar y la empresa lo único que tiene que hacer es desistir de este proyecto", afirmó.
El año 2014 las comunidades opositoras presentaron un reclamo ante la Superintendencia de Medio Ambiente, entidad que el año pasado acogió la denuncia dado que los documentos relacionados al consentimiento de las comunidades, presentados por la empresa Pilmaiquén -que era la titular de proyecto- no estarían acordes al Convenio 169 de la OIT. La generadora eléctrica Pilmaiquén, a cargo de las centrales Osorno y Rucatayo, fue adquirida el 2015 por la estatal noruega Statkraft.
La embajadora Beate Stirø tras escuchar a los comuneros y la preocupación del senador, respecto al cumplimiento de los tratados internacionales, se comprometió a realizar los esfuerzos para contactar a la empresa y convocar a un diálogo entre las partes.
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