Desde tiempos inmemorables, los autos de juguete han cautivado a los niños de todo el mundo. Grandes, medianos, pequeños y coleccionables. Los más chicos de la casa imaginaban y armaban improvisadas pistas para jugar con sus coches.
Es preciso decir que el desarrollo y la versatilidad de la industria no han cambiado esa escena. Aún hoy, los niños los elijen para divertirse en una pista hot wheels t rex.
El rubro ha evolucionado significativamente. Desde los antiguos autitos de madera hasta los modernos hot wheels autos. Hoy entre los juguetes más vendidos en el mundo. Décadas atrás, eran artesanales y rústicos. Se tallaban en madera y se barnizaban para protegerlos y extenderles la vida útil. Que, de todos modos, era interminable. Porque, gracias a su material, eran muy resistentes y durables.
Aquellos imitaban a los modelos de los automóviles clásicos de la época. Y la fidelidad con el diseño automotriz es algo que permanece hasta hoy. Claro que atravesado por años de avances tecnológicos. La industria creció y alcanzó otros productos vinculados a los autitos. Como la pista de hot wheels.
El origen de Hot Wheels
Los modelos que dieron lugar a los actuales autos hot wheels rapido y furioso datan de 1968. Y provocaron la revolución del rubro de los automóviles de juguete. Porque eran de metal. Superando a los existentes de plástico. Porque tenían diseños detallados. Aplastando a las simples y redondeadas formas del mercado. Y rendían mejor que sus competidores.
Por aquel entonces, esta categoría era dominada por la empresa Matchbox. Que fabricaba autos de juguete a escala. Imitando los diseños y colores de los vehículos reales. Este escenario inquietó al cofundador de la compañía juguetera Mattel. Al responsable de los autos de hot wheels, Elliot Handler. Quien decidió desafiar el éxito de Matchbox.
Handler les encomendó a sus creativos fabricar autitos de juguete que brindaran una experiencia de entretenimiento que pudiera atraer a los niños. Nadie se imaginó el éxito que conseguiría. Que los autos hot wheels oferta colmarían las góndolas. Que habría también una pista hot wheels. Y que lograría batir los récords de ventas en el mundo.
Tras esa idea primaria, Elliot Handler y su esposa y socia en Mattel, Ruth, dieron un gran paso. Quizás el más importante de la marca. Y sin dudas trascendente para que hoy existan los autos hot wheels estadio nacional. Contrataron a diseñadores de las firmas automotrices Ford, General Motors y Chrysler. Para que les pongan su impronta.
Así, los autos fueron más bajos y anchos. Con llantas de plástico, deportivas y con una leve inclinación. Para que los vehículos se deslizaran en línea recta. Y adquirieron colores más llamativos para conquistar a los niños a consumirlos. En detrimento de los modelos de la competencia. Que intentaba combatir la repisa para autos hot wheels de cada habitación infantil.
La optimización del juguete
Los profesionales de la industria automotriz incidieron en la mejor virtud del producto: su velocidad. Hicieron los ejes con cuerdas de guitarra, más delgados y livianos. Logrando autos más rápidos y mucho más atractivos para los pequeños clientes. Que aún hoy desean un pack autos hot wheels 50 unidades.
La primera colección de Hot Wheels estaba compuesta por 16 modelos distintos. La mayoría de ellos eran réplicas en escala de famosos vehículos. Corvette, El Dorado, Custom Mustang, Camaro, Dodge Deora Concept, Beetle, Barracuda, Firebird, Cougar y Thunderbird. El resto de ellos, eran diseñados exclusivos e inéditos de la compañía.
Los modelos antecesores de la pista hot wheels tiburón nacieron casi en simultáneo. La empresa vislumbró la necesidad de fabricar una superficie para que los niños deslicen sus juguetes. Y crearon las pistas de plástico naranja que inundaron los locales comerciales. Y se volvieron el objeto de deseo de millones de niños.
La pista de autos hot wheels se podía armar de diferentes maneras. Generando distintos circuitos según cómo se encastraban sus piezas. Se podía llevar al máximo la velocidad de los autitos. Compartir y competir con amigos.
La evolución de los autitos Hot Wheels
La gran fascinación por estos autos se ha incrementado gracias a la evolución de sus modelos. La caja de autos hot wheels y la pista mario kart hot wheels actuales son el resultado del desarrollo. Y de la incorporación de modificaciones de la mano de la tecnología. El juguete sigue siendo un ícono. Pero los diseños, estilos y materiales fueron cambiando a lo largo de los años.
Los primeros autos hot wheels tenían un diseño sencillo. Constaban de una única pieza moldeada. Y eran confeccionados con metal fundido. En la década del 70, el diseño pasó de una a varias piezas. Estaban formados por varias partes ensambladas. Paragolpes, asientos, luces y ruedas separadas que formaban un auto. Los neumáticos de aquellos juegos de autos de hot wheels comenzaban a ser de goma y más realistas.
Más tarde, la marca avanzó en términos tecnológicos. Les incorporó a los autos paneles foto realistas y sistemas magnéticos. Los mismos que hasta ahora les permiten rodar por la pista tiburon hot wheels. O por la pista hot wheels serpiente. En esa línea, lanzaron sendas ediciones especiales con autitos personalizados. Y pistas con secciones que posibilitaban formas cada vez más profundas y circuitos más complejos.
Con la modernidad, a la separación de las piezas se le suma la oportunidad de desmontarlas. Las partes de los nuevos autitos podían moverse y desarmarse. Tal como las de la pista hot wheels mario kart. Los paragolpes traseros se volvieron movibles y los portaobjetos, extraíbles. Y las innovaciones en diseño asemejaron cada vez más el mundo lúdico con el real.
Las incorporaciones alcanzaron un punto tal que evitaban los choques entre los autitos. Que se desplazaban dentro o fuera de una pista hot wheels dinosaurio. Lo que los vuelve aún más realistas. E invita a jugar al automovilismo a grandes y chicos del mundo. En familia, con amigos y hasta con compañeros de trabajo en un recreo laboral.
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