Hablar y discutir de políticas públicas, se ha convertido en parte de la rutina diaria. En la mayoría de los casos, muchos llamados “analistas políticos” confunden una política pública, con un programa público y más aún, en estos días de candidaturas a constituyentes, las ideas o propuestas constitucionales, se han transformado en nuevos discursos sobre las políticas públicas, sin que ello sea propio de lo que se pretende elegir, menos será el trabajo que deberán desarrollar y carente de mirada de largo plazo, en los liderazgos presidenciales, de manera transversal.
Cuando uno ha sido formado desde pregrado en las políticas públicas, lo primero que aprendes en una buena Facultad de Gobierno y de Administración Pública, es que las políticas públicas son: La concreción de un programa de gobierno, que debe ser financiada en el largo plazo y a focalizar a quienes irá dirigida. Es por ello, que observo con preocupación, la sequía de ideas y de propuestas, de manera transversal, de los candidatos presidenciales y de los futuros candidatos a diputados o senadores. Preocupación existe al menos, entre quienes nos hemos formado y desarrollado en el ámbito de lo público, de la carencia de narrativas al servicio del país y por consiguiente al servicio de las personas. Esta ausencia, hoy está siendo suplida por encuestas que en rigor, no sabemos que contenidos pretenden representar y menos podemos atribuir, niveles de profundidad.
Es fundamental retomar la seriedad, el proceso de: creación, formulación, implementación y control de las políticas públicas y por ello, es tan importante que quienes pretenden ocupar los más altos cargos de nuestro país, tengan un claro sentido de la conducción político /técnica, de lo que ello significa. La práctica, que se ha visto en este tiempo político, pareciera indicar que no hay consenso en cuanto a que las mejores políticas públicas, aquellas que tienen un mayor impacto por cada peso gastado, sean aquellas que surgen de la discusión razonada, entre: los que toman las decisiones y sus efectos colaterales.
Nuestro país, está atravesando un momento complejo entre: pandemia, reactivación de la economía, desempleo, proceso constituyente, con retos internacionales quese aproximan, por ejemplo, como enfrentaremos la llamada cuarta revolución industrial o como a fines de esta década, un 5% de la población mundial habrá perdido su empleo, desplazado por máquinas. La riqueza de la discusión, entre expertos y quienes deben estudiar estos temas en Chile, es fundamental para enfrentar las complejidades del problema y mirar los desafíos que tenemos como sociedad.
Las universidades, en su rol insustituible con sentido de responsabilidad social, deberían al menos poner a disposición a través de sus Facultades de Ciencias Políticas y de Administración Pública, los aportes sustantivos en el devenir de las políticas públicas para nuestro país y colaborar activamente, en poner sobre la mesa una oferta programática transversal, a los candidatos presidenciales y a los futuros representantes en el Congreso Nacional. Por esencia, las Escuelas formadoras en Administración Pública ,en nuestro país han diseñado buenas políticas públicas, como las evaluaciones sociales de los proyectos de inversión pública, que comenzaron a aplicarse hace más de medio siglo, perfectibles y perfeccionadas en el tiempo, obviamente. Lo mismo ocurre en Francia, que de manera transversal contribuyen a la mirada amplia, sin sesgos políticos, a los futuros candidatos presidenciales, lo que contribuye a tener una mayor cobertura geográfica, mayor amplitud de ideas y por encima de las contingencias de los partidos políticos. Son más articuladas, con mayor rigor conceptual y catalizador del grupo objetivo.
Dado lo anterior, quiero reforzar que el diálogo y la discusión de políticas públicas, debe amplificarse, de modo de no llegar tarde, con las propuestas que la sociedad civil espera y llegar primero, con planteamientos carentes de seriedad presupuestaria e insostenibles en el mediano y largo plazo(larga lista de supermercado) .
En esta tarea, los candidatos presidenciales y el próximo gobierno, debe tener un rol activo, convertirse en el articulador de la relación, entre la academia que produce conocimiento y su diálogo con la sociedad civil, lo que permite transformar dicho conocimiento en ideas aplicables, sin sobre ideologías, para responder a las problemáticas, que los propios ciudadanos demandan. Por ejemplo, nuestra región de Los Ríos, tiene un fuerte acento en tres ideas fuerzas: Desarrollo Sustentable, Ciencia y Agricultura, entre otros. Espero, en los próximos meses, escuchar y tener a la vista de los candidatos presidenciales, su programa de gobierno junto al llamado a construir y proponer ideas de futuro, con mirada larga y acento en las potencialidades regionales (diagnóstico) y como ellas, se insertarán de manera real en los desafíos nacionales y mundiales.
Marta Canto Castro. Presidenta Fundación Foro de Los Ríos.
(Profesora Universitaria, Administrador Público y Cientista Político, de la UCEN. Magíster en Reforma y Modernización del Estado. ENA Francia.)
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