Aguas Décima en Valdivia revisa casi 20 mil metros de colectores y 353 cámaras de alcantarillado con pruebas de humo y pértigas, en el marco de un operativo de prevención de invierno.
Desde la sanitaria informan que desde noviembre realizan acciones para prevenir y mitigar los problemas que ocasionan las aguas lluvia cuando se infiltran en la red de aguas servidas de la ciudad, producto del estado de desgaste de los colectores, o de conexiones irregulares.
El gerente general de Aguas Décima, Álex Gutiérrez, sostuvo al respecto que uno de los mayores problemas que enfrentan cada año, es la gran cantidad de conexiones irregulares de aguas lluvia a la red de aguas servidas.
“Esto es relevante porque son en general este tipo de descargas, ilegales por cierto, las que terminan generando los rebalses, inundaciones y una serie de complicaciones al sistema sanitario con las subsecuentes complicaciones en los barrios y calles de Valdivia”, añadió.
Las pruebas de humo se están efectuando desde la última semana de marzo y se prolongarán hasta mediados de abril.
El especialista de la unidad de Aguas Lluvia de la compañía sanitaria, Francisco Cárcamo, explicó que las pruebas de humo se realizan en base a gases inofensivos para la salud, que son introducidos al sistema de alcantarillado y que, por este mecanismo, permiten detectar aquellos puntos donde hay fuga, infiltraciones o conexiones ilegales de aguas lluvia. “Bajo ninguna razón debieran estar comunicadas con la red sanitaria”, agregó.
“La revisión de 353 cámaras públicas de alcantarillado mediante pértigas, que cuentan con mecanismos Go-pro que son introducidos a estas estructuras para verificar el estado estructural, la existencia de eventuales filtraciones, grietas u otras anomalías que podrían facilitar la entrada indeseada de aguas lluvias o subterráneas a la red de aguas servidas de la ciudad”. añadió.
La descarga de objetos extraños provoca obstrucciones en las tuberías y plantas elevadoras. Asimismo, el ingreso de aguas lluvia al alcantarillado provoca desbordes al exterior, de aguas que no han alcanzado a ser tratadas.
La normativa vigente establece que es el cliente o vecino, el responsable de hacer un buen uso de la red de alcantarillado, y establece la facultad de las empresas sanitarias de suspender el servicio si detecta irregularidades que comprometan la seguridad de la red.
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